No hizo falta despertador, todavía es de noche y un olor a café impregna el ambiente,empiezan a sonar el ajetreo de las botas y las mochilas,por un momento pienso mis días en la mili,¡venga que nos vamos!.
Con los primeros y tímidos rayos de sol comenzamos a pedalear siguiendo a nuestra amiga , la flecha la cual nos conducirá al Pico las Dueñas, donde un cruce nos anima a tomar varias opciones, subir el pico ( para que, para después bajarlo ) nada, la otra opción nos parece mas convincente, seguimos por la dehesa, donde ver toros bravos y abrir y cerrar angarillas se convierte en monotonía, llegamos a Calzadilla de los Mendigos y de ahí a San Pedro Rozado, donde una carreterilla nos llevara a Mozarbe donde la N630 nos dará otra vez la bienvenida.
Es la hora del bocadillo y después de cruzar el puente romano nos adentramos en Salamanca, donde unas tapas de chorizo, jamón y unas cervezas vienen ni como caídas del cielo.
Una vez cruzada Salamanca por el Elmantico, la flecha nos saca de la N630, una excelente pista nos llevara hasta Calzada de Valdunciel, donde no se cuantas veces ya, retornamos a la N630 la cual nos llevara al Cubo de la tierra del Vino.
Otro come come, En el Cubo tenemos dos opciones, seguir la flecha o la nacional, ya que hemos perdido un tiempo precioso tras la espera del alguacil para que nos pusiera el sello en nuestra credencial, optamos por la nacional, es mas directa y Lorenzo ya empieza a hacer de las suya.
Zamora nos da la bienvenido y nuestra prioridad es comer, y que mejor sitio que la en la plaza del Ayuntamiento, en la terrazita de un pequeño bar y como no con unas jarras de cerveza.
Estamos en tierras de gran tradición vinícola y las parras ¿donde están?